El principal problema ambiental del PET es su
disposición, ya que una vez que se convierte en residuo, es notoria su
presencia en los cauces de corrientes superficiales y en el drenaje provocando
taponamiento y dificultades en los procesos de desazolve, facilitando
inundaciones, así como en las calles bosques y selvas y el océano generando
“basura”.
A pesar de que la características físicas y químicas aseguran que este
material es inerte en el medio ambiente, el impacto visual que produce su
inadecuada disposición es alto y perceptible para la población.
Se sabe que cada año se producen alrededor de 9
mil millones de botellas de PET, que representan casi una tercera parte de la
basura doméstica generada en México. Anualmente 90 millones de botellas de refrescos
y agua purificada son lanzadas a las vías públicas, bosques y playas. Una
botella de PETtarda hasta 500 años en degradarse.
Se sabe que el 54% del PET en México se encuentra en
almacenes para su distribución y en cauces, calles o tiraderos clandestinos; el
resto esta en centro de acopio para su reciclaje o en rellenos sanitarios.
Esto representa un problema de disposición de residuos,
considerando el potencial de reutilización que tiene el PET.
Además, en México del total de residuos que se reciclan, el plástico representa
tan solo el 0.5%.
Impulsar el reciclaje nacional del PET es una
medida urgente, primero por lo que respecta a la limpieza pública y el manejo
eficaz de la gestión integral de los residuos para evitar su acumulación en los
rellenos sanitarios, sino también por que es preciso transitar hacia una
economía sustentable que ahorre materia prima y recursos energéticos. Es
primordial que detectemos los centros de acopio cercanos a nuestros hogares.
Reducir la demanda de botellas de PET es un paso
esencial en la concientización de la reducción de los residuos. De acuerdo con
un estudio del Environmental Products Inc (EPI), cada segundo se tiran a la
basura 1,500 botellas de PET. También demostró que los
estadounidenses consumen anualmente alrededor de 26 mil millones de litros
embotellados. Lo anterior equivale a 17 millones de barriles de petróleo usados
(que podrían abastecer a cien mil autos por año), la emisión de 2 millones de
toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y 100 mil millones de
dólares gastados, que servirían para que cada persona en el Planeta tuviera
acceso al agua potable.
Modificar nuestros hábitos de consumo, disminuyendo el volumen de
residuos que generamos es fundamental en la lucha contra el Cambio Climático y
es una de las acciones que cada uno de nosotros podemos llevar a cabo. Por
ello, una de las formas de contribuir con la salud de nuestro Planeta es
reduciendo nuestro consumo de bebidas embotelladas, rellenando nuestras propias
botellas o bien consumiendo agua de filtro.
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