La
primera aplicación industrial del PET fue la textil, durante la Segunda Guerra
Mundial, para reemplazar a fibras naturales como el algodón o el lino. A
diferencia de otras fibras sintéticas, al poliéster - nombre común con el que
se denomina al PET de grado textil - se le reconocieron desde el primer momento
unas excelentes cualidades para el proceso textil, entre las que cabe destacar
su alta resistencia a la deformación y su estabilidad dimensional, además de
otras propiedades como el fácil cuidado de la prenda tejida (lavado y secado
rápidos sin apenas necesidad de planchado). Presenta también algunas
limitaciones, tales como su difícil tintura, la formación de pilling(bolitas), la
acumulación de electricidad estática y el tacto duro de los tejidos, problemas
para los que ya se han desarrollado soluciones eficaces.
Ya sea como filamento continuo o como fibra cortada, el PET encabeza a los polímeros textiles. Se emplea para la producción de fibras de confección - es muy utilizado en
mezclas de diversos porcentajes con el algodón - y para rellenos de edredones o almohadas, además de manufacturarse con él tejidos industriales de sustentación para cauchos, lonas, bandas transportadoras y otros numerosos artículos.
Ya sea como filamento continuo o como fibra cortada, el PET encabeza a los polímeros textiles. Se emplea para la producción de fibras de confección - es muy utilizado en
mezclas de diversos porcentajes con el algodón - y para rellenos de edredones o almohadas, además de manufacturarse con él tejidos industriales de sustentación para cauchos, lonas, bandas transportadoras y otros numerosos artículos.
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